Hoy homenaje a un Juntero: Parrandero, farandulero, Jocoso, Folclorista, Embustero, Cariñoso, Amiguero, fue el primer Guacharaquero de Diomedes.
JOSE EDUARDO MENDOZA CORDOBA “PIYAYO”
Nació el 7 de mayo de 1950 en La Junta La guajira, su infancia y adolescencia las disfrutó en su pueblo natal, acompañando a su padre y a su hermano a sembrar maíz, ahuyama, frijol, patilla, melón, yuca y chirimoyas, también llevando al potrero las vacas y trayéndolas hasta el corral por la tarde, pues este quedaba en el traspatio de su casa, allí aprendió a ordeñar y a realizar todas las actividades del campo.
Sus padres llevan por nombres: José Manuel Mendoza Gutiérrez “Chemaro” y Elva Catalina Córdoba Daza “Leva”.
Contó con dos hermanos: Carmen Ramona “la mona”, y Luis Carlos, “Yuisca” Mendoza Córdoba.
Su compañera de toda la vida fue: Consuelo Gutiérrez Romero, de esta unión nacieron cuatro (4) hijas: Luz Mabel, Cristina, María Consuelo y María Mónica Mendoza Gutiérrez.
Estudió su primaria en la escuela rural de varones de su tierra amada La Junta La Guajira.
Vivió a plenitud la época de la bonanza marimbera, en ese tiempo realizó muchos negocios que le representaron muchos ingresos, anduvo en motos y carros nuevos, parrandeo’ a más no decir, tocando su guacharaca y narrando cuentos y chistes de mucha gente, tenía el don para hacerlo, con decirles que muchas veces la gente con solo verlo soltaba la risa, pues uno enseguida pensaba cual historia nueva traerá Piyayo hoy. Fue proveedor de chistes del humorista Fabio Zuleta y sus amigos y parientes le criticaban por qué regalaba los cuentos, pues sus buenos chistes los veía uno por televisión en sábados felices o los escuchaba en programas radiales de humor; Él se lucraba muy poco de eso, mientras que otros le sacaban mucho provecho.
En su juventud inició a tocar la guacharaca, instrumento este que siempre le gustó, la primera agrupación en la que hizo parte fue la conformada por: mi tío Gustavo Sierra y Nando el viejo en el acordeón, Luis Alfredo Sierra en la voz, y el Kate Martínez en la caja.
Más tarde hizo parte del primer conjunto en el que inició el Cacique de La Junta Diomedes Díaz, junto a su tío Martin Maestre, ese conjunto perduró mucho tiempo, era el único en La Junta y sus alrededores, mi tío Luis Manuel Hinojosa los ponía a tocar en la gallera y se los llevaba cuando salía a visitar a otros pueblos donde había riñas de gallos, cantaba Diomedes, Martín tocaba el acordeón, el Kate la caja y la guacharaca magistral mente la repicaba el gran Piyayo. Al momento del descanso del conjunto o receso musical, todos los asistentes a las parrandas donde amenizaban solicitaban un cuento, un chiste, gritaba la gente Piyayo échate el último de Caturo, de Nato, de la mella de Chiquerito, de Chema, él siempre tenía un amplio repertorio y las personas presentes se los exigían, lo mejor que tenía era que remedaba a la perfección a la persona que se refería en sus historias y cuentos, la forma de hablar, de caminar, de reír de cualquiera él lo personificaba de manera idéntica, eso era lo que muchas veces hacía reír.
Los mejores amigos de mi invitado de hoy : Luis Alfredo Sierra, Diomedes Díaz, Martín Maestre, el Kate Martínez, Gustavo, Eduardo y Fabio Luis Sierra, Alejandro Hinojosa, el gran Luis Emiro Daza Gutiérrez “Chemi”, Fermín Arias, Leonardo Nayo Gutiérrez, Jesús Chu Martínez, (+), Andres Ucros, Kiko Gómez, ( de Barrancas), William Fuentes, Chemanita, Lucho y Osvaldo Duarte, Arturo Palmesano de Hato nuevo, Guillermo Curiel Sierra de Riohacha, José Luis González, Jorge Oñate, Mario Puerta, Iván Zuleta, el Cocha Molina, Fabio Zuleta, Beto Brito, sus compadres queridos : Marciano Martínez, Claudio Mendoza, Gilberto Luis Hinojosa (Chijo), Miro Che Molina, Jorge Daza y Víctor Julio Hinojosa de Patillal y muchísimos más dicen sus hijas, en verdad Piyayo se hacía querer de todo el mundo y su lista de amistades era numerosísima.
A sus primos Lucho, Mario, Galo Antonio y Ninfa Gutiérrez, los adoraba lo mismo a sus cuñados Popo y Paulina Gutiérrez.
A REÍR UN POCO, RECORDANDO LOS CUENTOS QUE NARRABA “PIYAYO “
El DE CATURO: Un personaje pintoresco de La Junta era el popular Caturo; en cierta oportunidad que ordeñaba sus vacas, una de ellas era arisca, resabiada, no se dejaba ordeñar, ponía mucho cebo, movía el rabo, las patas, llegó un momento en que Caturo no aguantó más, se levantó y alzó el balde que tenía aproximadamente dos litros de leche y se los tiró en la cabeza y le dice: ve toma’ tu porquería de leche anímala perecía jajaja.
EL DE NATO: Se encontraba en una montaña y debía salir en la madrugada, debía buscar un burro para venirse en él, en ese potrero habían muchos árboles de algarrobillo donde pernoctaban muchos búhos esos animales de noche es cuando menos duermen y emiten unos sonidos tenebrosos, Nato que era muy nervioso y cobarde escucha que los búhos decían be…. be ….que buscai tu ….,be….be…eso fue lo que él interpretó y contesta Nato muerto del susto : buscaba un burro pero ya me voy a pie, hay Dios mío sálvame jajaja.
OTRO DE NATO: Escuchaba en la sierra una madrugada oscura un ruido y un eco raro, de esos que suelen escucharse en el monte cuando brisa, muchas veces lo producen algunos animales y Nato no podía conciliar el sueño, se movía mucho, los compañeros le dicen: vea Nato quédese quieto, Ud. que tanto miedo tiene, que puede traer ese ruido que no lleve, y contesta ju, ju que no trae gente pero puede lleva’ ju ju….jajaja.
EL DE LA MELLA DE CHIQUERITO:
Comenzó a trabajar la mella en casa del primo Bolívar Cuello y su esposa Piedad, era su primer día de labores y comenta, vea seño indíqueme por favor cuáles son mis deberes y oficios aquí en su casa, y le contesta la seño, bueno mella a mí lo que más me gusta es que me mantenga la casa y la cocina limpia, reluciente nada de chismes sucios ah como en el lava platos sube poca agua allá debajo de aquel palo de guaduas que está en el patio hay una pluma bajita que siempre tiene agua, allí puede lavar la loza, mella y lo principal le voy a recomendar este perro que está aquí, le cuento que mi esposo lo adora, mejor dicho esos son los ojos de Bolívar, se llama burruchaga, trátelo bien y que no le falte la comida; se va la mella a lavar sus chismes debajo del palo en mención y comienza el perro a sobajéala y a jugar con el rabo, total que no la dejaba trabajar, cerquita estaba el manduco que utilizaban para lavar la ropa lo ha cogido la mella y le ha dado tremendo garrotazo al pobre perro que cayó listo y como ella era muy sincera, corrió y llamó a su patrona y le dice, seño venga acá mire como quedaron los ojos de Bolívar vea, patas arriba esta muertecito ese perro, me tocó darle un garrotazo, porque ese animal era muy necio no me dejaba lavar los chismes huy ….. Jajaja.
EL DE VÍCTOR ELÍAS (Patillalero)
Tenía una cita con una muchacha a orillas de la Malena, (arroyo), la hora del encuentro era a las 7 pm, ya iban a hacer las 8 y la chica no llegaba, se encontraba triste y pensativo, rabioso, con la cabeza agachada, Él es suprema mente miedoso y le teme a la oscuridad, en eso llega la mujer y lo abraza, Él se encontraba ido, se levanta y pega un grito, hay mi madre esto que es y sale en mil corriendo muerto del susto……jajaja.
DEL PROPIO PIYAYO:
Salió Piyayo junto a su gran amigo Luis Alfredo Sierra a cazar conejos, para el cerro de la falda, los dos eran cobardes y le tenían mucho miedo a los espantos, en la Junta existen muchos personajes a los que la gente les tiene miedo, entre ellos el ciborcito, la llorona, el hachero, el sin cabezas y muchos más, la cacería era con una escopeta hechiza (chopo) y se fueron de chancletas panam, a media noche, Luis Alfredo levantó la lámpara y divisó un conejo y le dice a Piyayo : no hagas ruido, calladito, espérame aquí que voy a matar a aquel conejo, se quitó las chancletas y se fue’ sigilosamente, Piyayo no quiso quedarse solo, también se quitó sus chanclas y se vino detrás de su amigo cuidadosamente para no espantar al animal, Luis Alfredo no lo sintió, cuando apunta y va a disparar, Piyayo le dice en el oído con voz muy baja, dale por la cabeza y grita hay mi mama esto que es, el disparo salió para arriba y corriendo gritaba, Piyayo, Piyayo nos salió el hachero, la carrera la vino a parar al frente de la casa de chicho mono en la Junta jajaja.
EL DE MIGUELITO MAESTRE:
Aquiles y Eloy se llevaron a Piyayo para Chiquerito, a tomar churro, estando allá salió Miguelito que tenía una chispa única y pregunta ve Eloy y ese joven quién es? ese es Piyayo papá, Piyayo y ese Piyayo de quien es hijo? Él es hijo de José Manuel Mendoza y Elva Córdoba, riposta Miguelito: huy Dios mío, ah joven pa raro no…… jajaja.
El ALLANAMIENTO A LA CASA DE LEVA:
En la época de la bonanza marimbera Piyayo tenía un cuarto lleno empacado en cajas de cigarrillos marlboro (caleta) de repente llegó la policía antinarcóticos con una orden de allanamiento pero Leva ( madre de Piyayo), era una persona muy astuta e inteligente y pareciera que la hubieran entrenado para actuar en difíciles momentos, les dijo a todos los que se encontraban en la casa que se hicieran los locos, Piyayo y Luisca su hermano alcanzaron a volarse por el traspatio y se fueron hacia el río a un paraje que le llaman los dos caños; la policía comenzó a preguntar, vea señora quien es el dueño de esta mercancía? y contesta la madre de Piyayo : Rafael Núñez jajaja Ud. conoce al señor José Eduardo Mendoza Córdoba ? No señor no lo conozco, a todo el que le preguntaban el nombre daba como respuesta el nombre de un artista o político, llegó Carmen Ramona hermana de Piyayo y le preguntan cómo se llama Ud.? Yo Carmen Ramona Mendoza Córdoba, ah… caramba Ud. parece ser la única cuerda de esta familia; bueno señores agentes, vámonos de esta casa, aquí lo que hay es una partida de locos y de esta manera se salvó Piyayo de ir preso, por la astucia de su mamá.
A Piyayo le fascinaba vivir sabroso, paseando, tocando, es decir una vida de farándula, su padre ( chemaro) y Luisca su hermano, acostumbraban a tener una rosa (sembrado) en la falda donde había maíz, patilla, melón, yuca, chirimoyas, etc., y mister Piyayo tenía la gracia de ir después de 10 am a pleno medio día cuando ya no había nadie, escogía los mejores frutos, no para venderlos sino para regalarlos a sus amigos, era feliz complaciéndolos y cada vez que los visitaba les llevaba, las mejores patillas, melones, mazorcas, cuando su hermano Luisca llegaba a la siembra y no veía la patilla más grande, enseguida murmuraba ya Piyayo se la llevó, para regalársela a Jorge Oñate jajaja.
Dice María Consuelo su hija que su papá fue muy cariñoso y amoroso con Ellas, nunca les pegaba, quien lo hacía era su mamá Consuelo, El más bien las hacía reír, añoraba un hijo varón que nunca tuvo, pero gracias a Dios su primer nieto lo fue’ se llama: Luis Miguel, hijo de su hija Luz Mabel, lo crio como su hijo. Ella se siente orgullosa de ser su hija y comenta que muchas veces se presenta diciendo Yo soy la hija de Piyayo, eso le ha servido mucho.
En Hato nuevo su padre dejó un gran amigo Arturo Palmesano que cuando lo ha necesitado siempre ha estado ahí, Jorge Oñate, Iván Zuleta, el Cocha Molina, cada vez que se ha encontrado con Ellos y les dice que es la hija de Piyayo, la abrazan y se toman fotos con Ella.
Trabajo un tiempo con el Jilguero de América Jorge Oñate González y muchos decían que era para darle celos a Diomedes, Jorge también le dio’
Trabajo a su hija Cristi, toda la familia del gran Piyayo, viven agradecidos con ese gran gesto de Oñate para con Ellos.
En su juventud Piyayo fue amigo querido de Diomedes Díaz cuando no era nadie, cortaban semilla de pastos juntos y cuando lo invitaban a un cumpleaños se lo llevaba, la mayoría de las veces tenía que prestarle zapatos de cuero, que el Cacique en aquella época no tenía. En Barrancas contaba con dos buenos amigos: Andrés Ucros y Kiko Gómez, y en Riohacha la capital Guajira visitaba al ex parlamentario Guillermo Curiel Sierra, con estas personas parrandeaba constantemente.
Quería mucho a Rosa María y a Fagocito murió hace un año de Covid 19) sus hermanos de crianza, lo mismo que a Baudilio (la fiera) hijo de su primo Galo.
La tarde del 3 de noviembre de 1999 fue el día fatídico y doloroso de la muerte de José Eduardo Mendoza Córdoba (Piyayo), no valieron las súplicas de sus madre y grupos al margen de la ley le cegaron la vida; un hombre que solo sabía tocar guacharaca magistralmente y narrar cuentos en las parrandas, sus anécdotas y cuentos quedarán grabados eternamente en la memoria de sus familiares, amigos y coterráneos. Paisano querido, nunca lo olvidaremos, quise por medio de esta Crónica realizarle un homenaje póstumo a su vida y obra, a Dios le ruego que le regale el descanso eterno y que brille para usted la luz perpetua.
Enviado por: Portalvallenato
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