El denominado ‘Cacique de la Junta’ no solo fue una estrella al consolidarse en la música y liderar un género folclórico, también tuvo un comportamien
El denominado ‘Cacique de la Junta’ no solo fue una estrella al consolidarse en la música y liderar un género folclórico, también tuvo un comportamiento de excesos y excentricidades. Aquí algunos datos curiosos del ídolo.
Muchos mitos y leyendas rodearon la vida de Diomedes Díaz. Hoy, un poco más de siete años después de su muerte, los excesos y excentricidades siguen siendo parte del tema principal dentro del amplio números de seguidores del denominado ‘Cacique de la Junta’.
Diomedes Díaz, quien nació el 26 de mayo de 1957 dentro de una familia campesina en La Junta, una zona rural de San Juan del Cesar, en el departamento de La Guajira, poco tuvo que envidiarles a las más importantes estrellas de la música en el mundo.
Su comportamiento, así como sus ventas millonarias, siempre estuvieron acordes con el actuar de una verdadero ‘rockstar’ en tiempos en los que la consolidación de un artista no se hacía a través del empleo de la tecnología ni de las redes sociales.
A comienzos de la década del 70, Diomedes Dionisio Díaz Maestre, como fue su nombre de pila, empezó a exhibir su talento para contar historias y narrar lo que sus ojos percibían a su alrededor.
Sin embargo, fue hasta 1978 el año en el que pudo hacerse a un nombre dentro del folclor vallenato, manejando en aquel entonces por los juglares que cimentaron las bases del género.
Para esa misma época es que Diomedes Díaz empieza a asumir actitudes de estrella musical. Comienzan a aparecer los escándalos, reinan los excesos y surgen, además, momentos trágicos, una constante en la historia de una buena porción de estrellas del firmamento musical.
Uno de los primeros golpes que le propició la vida fue la pérdida, en 1994, de su dupla ganadora en el acordeón, el legendario Juancho Rois, quien murió en un accidente de avión cerca de El Tigre, en Venezuela.
Diomedes Díaz resume a la perfección la historia de su vida en los versos de uno de sus éxitos, La plata, en la que expresa: “Si la vida fuera estable todo el tiempo / yo no bebería ni malgastaría la plata / pero me doy cuenta que la vida es un sueño / y antes de morir es mejor aprovecharla / por eso la plata que cae en mis manos / la gasto en mujeres bebida y bailando”.
Y lo aplicó a la perfección porque se dice que Diomedes Días tuvo 28 hijos y en un momento de su vida compartió su casa con 50 perros de raza dálmata.
Además, tuvo implantes de oro en ocho de sus dientes y el valor de su diseño de sonrisa superó la cifra de los 50 millones de pesos para la época.
Canciones, talento, líos judiciales, excesos y excentricidades fueron el común denominador en la historia de Diomedes Díaz, quien murió el 22 de diciembre de 2013 tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Por: El Espectador.
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