Al cumplirse seis años de la partida de Diomedes Díaz, el diario EL PILÓN presenta un relato con ‘Tito’ Castilla, el cajero que acompañó a este artista por 31 años.
Al cumplirse seis años de la partida de Diomedes Díaz, el diario EL PILÓN presenta un relato con ‘Tito’ Castilla, el cajero que acompañó a este artista por 31 años.
Como una persona desprendida, humilde, buena gente y buen patrón, recuerda el cajero José Carmen ‘Tito’ Castilla Villero a Diomedes Díaz, quien fue su amigo, compañero musical y cuñado.
“Yo conocí a Diomedes cuando tenía 11 años; él tocaba con un muchacho que se llamaba Óscar Araújo Negrini. Recuerdo que en bachillerato él concursó en una semana cultural del colegio Loperena con Rafael Orozco y otros cantantes, donde ganó Orozco. De ahí Diomedes conoce al acordeonero y cantante Atanasio Cotes, quien lo vincula al grupo como asistente para estar pendiente de los aparatos de amplificación. A los dos años hacia coros con Miguel López y Freddy Peralta; con el pasar del tiempo le daban una tanda en las presentaciones que ellos hacían en las casetas y fue tanta la acogida que Miguel tuvo que desvincularlo porque la gente pedía era a Diomedes y no a él”, rememoró Castilla Villero.
‘El Cacique de La Junta’ luego graba con Nafer Durán el tema ‘El chanchullito’ en el álbum Herencia Vallenata; fue el primer long play (o disco de larga duración) que grabó en su vida. Posteriormente decide grabar con ‘El Debe’ López el trabajo Tres Canciones y comienza el auge de Diomedes.
“Yo me fui a estudiar arquitectura a Barranquilla, por lo que me desvinculo del grupo de Diomedes; fue la época en que graba con Juancho Rois y Colacho. Cuando va a hacer el CD de Fiesta Vallenata me vinculo nuevamente al grupo, alternando mis estudios y los toques, pero llegó el momento en que la música me absorbió tanto que decidí no estudiar más. Me casé con una hermana de Diomedes: Avelina ‘La chama’ Díaz, por lo que nuestra cercanía aumentó; éramos amigos, mi jefe del grupo y familia”, aseguró.
De acuerdo al cajero, Diomedes todo el tiempo se perfiló por su humildad, argumentando: “Si alguien necesitaba algo y si él la tenía, prefería desprenderse de eso a ver mal a las personas que lo rodeaban. Fue un buen patrón, ante todo era amigo de las personas. Con una capacidad intelectual bárbara. Diomedes no era un cantante, era un artista en todo el sentido de la palabra (compositor, verseador y cantante)”.
UNA PELEA LOS SEPARÓ
Cuando Diomedes Díaz muere, Tito tenía tres años de haberse salido del grupo por un inconveniente que tuvieron en una tarima de Santa Marta.
“Considero que hasta la época de Iván Zuleta fue un ser que atendía un consejo, de ahí para allá se asesoró muy mal porque estaba rodeado de personas interesadas en lucrarse con él. A lo último trataba mal a los músicos y cuando me insultó en tarima sin tener razón, le contesté porque uno aguanta hasta donde uno puede. Él me dijo que me iba a suspender un mes, por lo que opté en salirme del grupo porque ya se había perdido el respeto”, aseguró.
Al detallar el altercado dijo: “Diomedes no asistía a los ensayos de la agrupación. Cuando llegamos a la tarima, él tenía tres días de estar amanecido y le pidieron la canción ‘Listo pa’ la foto’, que antes de entrar el coro hay un preparativo que se hace de acordeón y armonía; Diomedes salió por un lado y el conjunto por otro, por lo que coge el micrófono y dice “aquí lo que tengo es una partida de loros”, miró hacia atrás y me vio a mí, diciéndome: “y usted haga algo”.
Esta acción me llenó de rabia y le dije: “aquí el que tiene que hacer algo eres tú porque eres el perdió”, por lo que lo mandó a bajar de la tarima, pero al final me pidió que terminara la tanda y luego habláramos”.
ANÉCDOTAS
Infinidad de anécdotas con Diomedes tiene en su memoria ‘Tito’ Castilla… las que más recuerda entre risas y nostalgias son:
–“Una vez que íbamos para Venezuela él me mandó a llamar, pero yo notaba que en toda la conversación tenía la mano en la boca, por lo que le pregunté qué tenía y me mostró que estaba sin un diente adelante porque el puente se le había partido. Me pidió que buscara un odontólogo para arreglar el problema, pero llegamos a las 8:00 p.m., a un pueblo y no pudimos encontrar un profesional de los dientes disponible, por lo que le pedí el puente, fui a una tienda y compré sintesolda, se lo puso y como estaba recién pegado se le pegó la lengua y luego fue un lío para despegarla”, comentó.La parte humana, cálida y profesional del ‘Cacique de La Junta’ es relatada por una persona que estuvo de cerca con este artista.
-Otra de las historias que compartió con ‘El Cacique’ fueron los incumplimientos en los conciertos. Afirmó: “Cuando llegamos a un toque a Sincelejo habían como seis personas del Das esperando a Diomedes porque no había asistido a un concierto en Arenal, Bolívar, por lo que lo pusieron preso. Los del grupo llegamos y alegamos por él con contrato en mano, diciéndoles que tenía que cumplir su compromiso en Sincelejo y otros en Antioquia. Nos dejaron tocar, pero con el compromiso que se lo llevaban de nuevo al final del toque. Cuando llegamos a Jardín, Antioquia, la gente del DAS empezó a beber; Diomedes les dijo espérenme aquí que ya vengo y se les voló, por lo que nos pusieron presos fue a los del conjunto”.
-“Una vez íbamos a tocar a un club de Medellín, nos vinieron a buscar dos vuelos chárter, uno para el conjunto y otro para Diomedes. Él ordenó que los músicos se fueran adelante, pero Diomedes estaba amanecido. A las cinco de la tarde se medió lavó la cara y cuando pasó por la avenida donde venden la sopa de mondongo, le dijo al conductor: “para acá, devuélvete para la casa porque me acaba de decir Juancho Rois que no vaya a Medellín porque me van a matar”, lo cual era extraño porque el acordeonero ya estaba fallecido; pero reiteró “eso es lo peor, me lo dijo en la mente”. Se devolvió y lo cogieron preso por incumplimiento al contrato y le pusieron una indemnización de 400 millones de pesos, que al final no pagó sino que la arregló con nueva fecha”.
POR: Annelise Barriga Ramirez / EL PILÓN
Annelise.barriga@elpilon.com.co