Iván Zuleta cuenta cómo se dio su sueño de tocar junto al más grande de todos los tiempos en el género vallenato, Diomedes Díaz. Iván pertenece a la dinastía musical de los Zuleta. Su abuelo, Emiliano, fue el autor de La Gota Fría y sus tíos, Poncho, Emilianito y Héctor, tienen hoy su sitial en el mundo del Vallenato. Por herencia y talento, a Iván Zuleta Barros la vida le ha sonreído desde siempre en el arte de la música vallenata.
Iván Zuleta cuenta cómo se dio su sueño de tocar junto al más grande de todos los tiempos en el género vallenato, Diomedes Díaz.
Iván pertenece a la dinastía musical de los Zuleta. Su abuelo, Emiliano, fue el autor de La Gota Fría y sus tíos, Poncho, Emilianito y Héctor, tienen hoy su sitial en el mundo del Vallenato. Por herencia y talento, a Iván Zuleta Barros la vida le ha sonreído desde siempre en el arte de la música vallenata.
Recuerda que sus tíos, Poncho y Emiliano, lo llevaban a los toques para que cantara unos versos y por eso le regalaban $100.000 para que ayudara en su casa ya que en ese entonces su papá estaba preso.
“Todo comenzó en 1993 en una fiesta de un amigo empresario Carlos Barcos, alternaron los Zuleta y Diomedes, Me fui para donde estaba Diomedes y me senté a verlo fijamente, me parecía mentiras estar ahí con él, yo tenía unas botas y Diomedes me pego en la bota y me dijo; tranquilo pollo que a usted le llega su día”
La parranda continuó, se hizo de día y solo quedó un grupo de parranderos, Juancho Rois se había ido y Diomedes no tenía con quien tocar, “mientras mi tío Poncho tocaba con mi tío Emiliano, yo agarre el acordeón y acompañe a Diomedes yo me sabía su repertorio al pie de la letra”.
Por eso su empeño en superarse, su insistencia en crear su estilo propio y su aspiración de romper el molde para convertirse no en el sucesor del desaparecido Juancho Rois, sino en el comienzo de un nuevo valor musical del vallenato.
No habían pasado cinco días de la muerte Juancho, cuando Diomedes Díaz, en medio del dolor por la pérdida del amigo y hermano del alma, se comunicó por teléfono con Iván Zuleta, para proponerle que fuera su pareja musical.
Dicho y hecho, Iván, se dedicó al acordeón como compañero de ‘El Cacique’, así que el 7 de diciembre de 1994, el público del Club Valledupar fue testigo del nacimiento de una nueva figura del acordeón. Y unos meses después con ‘Un Canto Celestial’ todos los seguidores del género vallenato disfrutaron de los acordes de la nueva pareja musical de ‘El Cacique De La Junta’.
Iván pertenece a la dinastía musical de los Zuleta. Su abuelo, Emiliano, fue el autor de La Gota Fría y sus tíos, Poncho, Emilianito y Héctor, tienen hoy su sitial en el mundo del Vallenato. Por herencia y talento, a Iván Zuleta Barros la vida le ha sonreído desde siempre en el arte de la música vallenata.
Recuerda que sus tíos, Poncho y Emiliano, lo llevaban a los toques para que cantara unos versos y por eso le regalaban $100.000 para que ayudara en su casa ya que en ese entonces su papá estaba preso.
“Todo comenzó en 1993 en una fiesta de un amigo empresario Carlos Barcos, alternaron los Zuleta y Diomedes, Me fui para donde estaba Diomedes y me senté a verlo fijamente, me parecía mentiras estar ahí con él, yo tenía unas botas y Diomedes me pego en la bota y me dijo; tranquilo pollo que a usted le llega su día”
La parranda continuó, se hizo de día y solo quedó un grupo de parranderos, Juancho Rois se había ido y Diomedes no tenía con quien tocar, “mientras mi tío Poncho tocaba con mi tío Emiliano, yo agarre el acordeón y acompañe a Diomedes yo me sabía su repertorio al pie de la letra”.
Por eso su empeño en superarse, su insistencia en crear su estilo propio y su aspiración de romper el molde para convertirse no en el sucesor del desaparecido Juancho Rois, sino en el comienzo de un nuevo valor musical del vallenato.
No habían pasado cinco días de la muerte Juancho, cuando Diomedes Díaz, en medio del dolor por la pérdida del amigo y hermano del alma, se comunicó por teléfono con Iván Zuleta, para proponerle que fuera su pareja musical.
Dicho y hecho, Iván, se dedicó al acordeón como compañero de ‘El Cacique’, así que el 7 de diciembre de 1994, el público del Club Valledupar fue testigo del nacimiento de una nueva figura del acordeón. Y unos meses después con ‘Un Canto Celestial’ todos los seguidores del género vallenato disfrutaron de los acordes de la nueva pareja musical de ‘El Cacique De La Junta’.
El urumitero, el mismo que toca bien el acordeón, versea, ha compuesto más de 15 canciones, está incursionando en el canto y tiene varios premios ganados en festivales.
Por: Iván Zuleta y Olímpica Estereo