Hijo de Diomedes Díaz, hermano de Martín Elías, Elder Dayán busca mostrar su propio talento. Subir a cantar al escenario a sabiendas de que había “gente llorando por todos lados” se volvió la constante de Elder Dayán Díaz en los meses que siguieron a la muerte de su hermano Martín Elías.
Hijo de Diomedes Díaz, hermano de Martín Elías, Elder Dayán busca mostrar su propio talento.
Subir a cantar al escenario a sabiendas de que había “gente llorando por todos lados” se volvió la constante de Elder Dayán Díaz en los meses que siguieron a la muerte de su hermano Martín Elías.
“Había caras de tristeza en cuanto veían subir a Rolando (Ochoa) y a los músicos de Martín. La gente esperaba a su cantante. Yo sacaba fuerzas, me encomendaba a Dios y me montaba en tarima. No buscaba hacerles olvidar el dolor, pero por lo menos cautivarlos”, dice el también vocalista que tras la tragedia se unió a R8, como le dicen a Rolando Ochoa, último acordeonero de Martín Elías.
Elder Dayán, hijo de Diomedes Díaz y Rosmery Rodríguez, nació en Fundación (Magdalena), en 1987. Vivió su infancia en Bucaramanga, siempre con la conciencia de ser hijo de Diomedes y la sentencia de que por eso tenía que cantar. Creció deslumbrado por la fama de su padre y también sufrió la etapa del ídolo musical en la cárcel.
“Cuando no existía la palabra bullying y me decían que mi papá era un drogadicto y un borracho –recuerda–, mi mamá me decía: ‘Si te hablan de tu papá, no respondas’, pero yo reaccionaba. Me sancionaron mucho, pero cantaba en las izadas de bandera”.
A los 12 o 13 años quiso acercarse a su familia. “Me presenté en Valledupar; Patricia (la esposa de Diomedes) me recibió –cuenta–. Martín enseguida me reconoció como su hermano y seguimos hablando hasta el último día de su vida”.
Cuando Martín apenas tenía 11, Elder Dayán, de 14 años, entró como cantante vallenato a la orquesta Colombia Mix. A los 16 años grabó su primer CD, al lado de Luis Guillermo de la Hoz. Grabaron tres discos.
La carrera de Martín Elías despegó después. “Él tomó un vuelo rápido –cuenta–. Escaló de un momento a otro. Al morir mi papá, el máximo exponente de la música vallenata, Martín agarró la bandera. Teníamos de nuevo a alguien de la familia en lo más alto. Competía con Silvestre Dangond y artistas que llevaban más años en la música. Cada vez que hacía un show cerca, yo iba. Siempre que me veía, decía: ‘Aquí les presento a mi hermano Elder’. Y toda esa gente que estaba viéndolo me veía a mí. Era la mejor ayuda que podía darme”, recuerda.
Elder Dayán tenía su propio grupo, aunque los hijos de Diomedes más famosos eran Martín Elías y Rafael Santos. A Elder ya lo conocían en la Costa y en los Santanderes (sus canciones más sonadas eran La reina, El laberinto y El conquistador).
Cuando coincidía con Martín en alguna tarima, cantaban a dúo las canciones del padre y verseaban. Así era la vida antes del triste accidente de tránsito del Viernes Santo, 14 de abril del año pasado, en el que Martín Elías perdió la vida.
Faltaban pocos días para el Festival Vallenato; Valledupar estaba llena de anuncios de shows de Martín Elías. “Rolando, como jefe de su grupo, pensó que no debía perder las diez presentaciones programadas”, relata Elder. No las pagarían al mismo precio, pero como homenaje podrían hacerlas. Solo necesitaban a alguien que cantara. “Me llamó a mí –dice Elder Dayán–. Solo para cantar en el festival. Un mes después me volvió a llamar. Creí que para un ‘toque’, pero Marlon, el bajista, me preguntó si quería unirme con Rolando”.
Olvídense de ver en mí a Martín Elías. Más bien, escuchen sus canciones por mi voz y escuchen las mías, aquí me presento: soy Elder Dayán, para ustedes
La unión se anunció en junio. “Muchos creyeron que se me iban a facilitar las cosas. Al contrario, casi no aceptaban la unión, dijeron que era prematuro armar otro proyecto, pero Rolando respondía que él vivía de la música. Sí se guardó un respeto. Pero había que seguir y a la gente el dolor no le dejaba entender eso”.
Se asociaron. Rolando es hoy su acordeonero y el productor del disco 'Descontrol total' que están estrenando. Elder Dayán dice que es importante reconocer la trayectoria de R8. “Yo llego a aprender de él, a recoger lo que sembró con Diomedes Dionisio, Silvestre y Martín”.
“Me señalan porque voy con el acordeonero de Martín –dice–. Oigo gente decir que llegó el reemplazo. Y digo: ‘Dios mío, me diste un talento no para remedar ni reemplazar a nadie, ayúdame a decirlo con mi música’. En el escenario explico que él hizo lo suyo y yo lucho por hacer mi carrera. Que me tocó con Rolando, bueno, gracias a Dios, pero olvídense de ver en mí a Martín Elías. Más bien, escuchen sus canciones por mi voz y escuchen las mías, aquí me presento: soy Elder Dayán, para ustedes”.
‘Descontrol total’
Martín Elías dejó grabado el álbum Sin límites y Elder Dayán cantó esas canciones en vivo junto a R8. A la par trabajaban en 'Descontrol total', el álbum que estrenan. R8 fue el productor, buscando las fortalezas de Elder Dayán. Pronto definió que Elder se acomoda más al estilo romántico, por eso muchas canciones del CD siguen esa línea. Recomendadas: 'Tic tac de mi corazón', 'Me estoy enamorando' y 'Supéralo'.
LILIANA MARTÍNEZ POLO