Con la picardía y alegría que lo caracterizan, el cantautor y acordeonero barranquillero Aníbal Velásquez Hurtado dialogó con importante medio de Valledupar, en el marco del homenaje que le rindieron en el sexto Encuentro Nacional de Investigadores de Música Vallenata, organizado por la Universidad Popular del Cesar, UPC.
Anibal Velasquez |
Con la picardía y alegría que lo caracterizan, el cantautor y acordeonero barranquillero Aníbal Velásquez Hurtado dialogó con importante medio de Valledupar, en el marco del homenaje que le rindieron en el sexto Encuentro Nacional de Investigadores de Música Vallenata, organizado por la Universidad Popular del Cesar, UPC.
Allí dejó ver que pese a sus 80 años, su brío y energía siguen intactas, así como su espíritu enamorador con las mujeres que le parecen atractivas. Estaba vestido de azul, ataviado de prendas de oro de gran tamaño, lo que lo resaltaba de los demás músicos de su agrupación denominada ‘Aníbal y Los Locos del Swing’.
El homenajeado siempre estaba al lado de su hermano José ‘Cheito’ Velásquez, con quien hace dúo musical desde hace más de 50 años. Con él canta a dúo, o mutuamente se hacen coros o se apoyan en las composiciones del otro, conformando un buen equipo.
Aníbal Velásquez Hurtado es cantante, compositor y músico, reconocido por su destreza en la ejecución del acordeón y conocido por sus sobrenombres ‘El rey de la guaracha, ‘El bárbaro del acordeón’ y ‘Sensación’ Velásquez.
¿Cómo empezó su carrera artística?
A la edad de 10 años. Incursioné en la música porque yo le cogía a escondidas el acordeón a mi hermano mayor (Juan Velásquez), quien ya murió. Cuando él me pilló con ‘las manos en la masa’ empezó a darme clases, luego aprendí a tocar el vallenato y después hice mi propio género, el de la guaracha.
Háblenos un poco de su vena musical
Mi padre tocaba la dulzaina, lo que llamaban pitos de labios, y el violín, pero no lo hacía como oficio, sino como un hobbie, lo hacía en casa con amigos y familiares; y mi mamá componía.
Qué es lo que más le gusta: ¿cantar, tocar acordeón o componer?
Las tres cosas, pero lo que más me gusta son las mujeres bonitas.
¿Cómo nace la guaracha?
Vi que estaba tocando parecido a Luis Enrique Martínez, Alejo Martínez, Abel Antonio y me cuestioné por qué estaba haciendo la misma vaina que otros; entonces traté de innovar. El hermano mío fue el que inventó el parque de la caja; comenzó como un bongon y de ahí me salió la inspiración. Saqué el primer número que fue ‘Guaracha en España’ y ‘El Mambo Loco’.
La guaracha es más rítmica, donde utilizo el acordeón, caja y guacharaca. Antes que salieran Los Corraleros de Majagual tenía un grupo que se llamaba Los Tigrones, al que le metí bombardino, piano y otros instrumentos, los cuales fusiono con los instrumentos del vallenato.
¿Cuál de sus temas tiene mayor significado para su vida?
Todos, pero el que me dio a conocer mundialmente fue ‘Guaracha en España, por eso la recuerdo con mucho cariño. También está ‘Hace tiempo’, que me la grabaron Los Betos.
Con la canción ‘Faltan cinco para la doce’ muchas personas lo identifican. Cuéntenos un poco sobre este tema.
Se dice que es mía porque yo la grabé, pero el compositor es de Venezuela. Lo que le hice fueron arreglos distintos, que pegaron con fuerza en el mercado.
¿Qué mensaje le da a los exponentes del vallenato?
Qué sigan demostrando que hay un vallenato auténtico, que no se salgan de los parámetros establecidos, porque hay un vallenato que lo están desarmando y están exhibiendo un género que no es vallenato, porque éste era el que tocaba Luis Enrique Martínez.
¿Usted cree que por esa razón no ha nacido otro músico como usted?
No he visto nadie que me reemplace en mi género, porque yo toco vallenato auténtico y guaracha.
¿Hasta qué año proyecta seguir cantando?
Hasta que Dios me quite la vida.
¿Cómo hace para mantenerse vigente?
Me cuido mucho; hay personas que se arrebatan en vicios y pierden el rumbo. A mí me gusta comer bastante pescado de mar y evito la carne porque esta envejece. Me tomó mis wisquisitos, pero no acepto droga, que es la tentación en la que recaen muchos músicos.
¿Qué es lo que más le gusta de Valledupar?
Su gente; los vallenatos son muy agradables y cálidos. Obviamente me encanta el género vallenato porque mis inicios musicales fueron tocándolo, después fue que me abrí y me incliné por un género que invente.
Sobre su obra
El investigador Fausto Pérez Villamizar cataloga la relación entre Aníbal y José ‘Cheito’ Velásquez como unidos por medio de un cordón umbilical inquebrantable. “No solo por ser hermanos de padre y madre”, como los dos enfatizan, sino porque constituyen la dupla más sólida y antigua en la historia de la música de acordeón en Colombia.
“Aunque son célebres las uniones en el género vallenato que quedaron eternizadas en el recuerdo de los melómanos, entre las que se destacan las de Israel Romero y Rafael Orozco, interrumpida abruptamente por la muerte de este último; o la de Daniel Celedón e Ismael Rudas o la de Emilianito y Poncho Zuleta, por citar solo tres casos. Pero ninguna duró tanto ni produjo más obras como la establecida por Aníbal y José ‘Cheíto’ Velásquez”, manifestó.
La rapidez de la digitación de Aníbal Velásquez le dio pie al venerado juglar Luis Enrique Martínez, un aventajado en aquellos momentos, para que lo bautizara como ‘El Mago del Acordeón’, tras quedar maravillado con la rapidez impresionante de sus dedos mientras lo observaba a través del amplio cristal de los estudios de grabación de Discos Curro, en Cartagena.
De acuerdo con Pérez Villamizar, Aníbal logró incorporar al pentagrama nacional toda suerte de ritmos locales, regionales, nacionales e internacionales, en un estilo propio que se inventó y denominó guaracha. Pero la guaracha suya era diferente a la cubana, también alegre y bailable, que después evolucionaría y recibiría el nombre de salsa.
“La propuesta de Aníbal era una genuina novedad, jamás tocada en nuestro medio. Y fue ese su principal aporte: haber creado una expresión generadora de música que le daría una nueva visión rítmica y melódica al acordeón, ese instrumento menospreciado por la alta sociedad de la época, debido a su naturaleza provinciana, agreste. El sonido de Aníbal fue más urbano. Aníbal abrió el acordeón al baile, contrapuesto a la escuela vallenata, cuyas canciones en primera instancia fueron concebidas para que se escucharan. Sin ningún tipo de desparpajo, sin respetar etiquetas y teniendo en cuenta a los defensores de la diversidad en lo que respecta a la música de acordeón, Aníbal demostró que ese instrumento podía producir música diferente al paseo, al son, al merengue, a la puya y a la cumbia”, enfatizó el investigador.
Sus canciones
Un Poquito de Cariño
2005
Si es por casada
2002
Alicia la Flaca
1999
El Turco Perro
2005
Remolinos
2002
Sal y Agua
2014
Guaracha en España
2005
Mambo Loco
Grandes Exitos Vol. II · 2007
El Perro de Juana
Grandes Éxitos Vol. II · 2007
La Ronchita
1999
Noche Linda
2016
Que Me Toquen una Cumbia
1995
Golero Emparama’o
Grandes Éxitos Vol. II · 2007
Carruseles
14 Éxitos De Aníbal Velásquez · 2008
Déjala Que Sufra
2016
El Ají Picante
2005
La Brujita
6 Canciones · 2016
Fíjate Que Bueno Esta
2005
La Cachiporra
2005
Ayúdame a vivir
1999