¿Por qué el nuevo disco se llama “Imparables”? Porque cada día tenemos más ganas de seguir adelante, de triunfar y ser reconocidos. Uno de los sueños que tenemos es llegar a ser uno de los grandes en el vallenato. ¿Cómo le pone su sello a una composición? Con pasión, con amor. Dios me ha dado ese don interpretativo, que no más con cantarlas, llegan al alma de cada persona.
¿Por qué el nuevo disco se llama “Imparables”?
Porque cada día tenemos más ganas de seguir adelante, de triunfar y ser reconocidos. Uno de los sueños que tenemos es llegar a ser uno de los grandes en el vallenato.
¿Cómo le pone su sello a una composición?
Con pasión, con amor. Dios me ha dado ese don interpretativo, que no más con cantarlas, llegan al alma de cada persona.
¿Cómo llegó a usted la canción “Mi ex”?
El maestro Ómar Geles llegó con esta canción cuando ya teníamos todo listo y nos pidió que por lo menos la escucháramos, y la escuchamos, pero no le prestamos mucha atención. Un día, viajando, a mi asistente se le perdió el celular y me acorde de la canción que nos había dado el maestro, que la tenía en mi teléfono y al oírla nuevamente caímos en cuenta de que podía ser un éxito.
¿Cómo se mide el éxito de una canción?
El éxito se mide en los conciertos. Cada vez que tocamos las canciones, nos damos cuenta de cuál es la más coreada por el público y Mi ex era la que siempre se destacaba.
¿Qué recuerda de la Valledupar de su infancia?
Yo la pasaba feliz y aun me la sigo pasando muy bien escuchando vallenato. Esta ciudad, a pesar de la evolución del género musical, sigue respetando el vallenato de antaño.
¿Qué pasó con el fútbol?
Uff, me gustaba mucho, no sabía si iba a ser futbolista, estuve en varias escuelas en Valledupar y recuerdo que jugaba de delantero. Pero la verdad, lo mío desde pequeñito fue la música.
¿En el vallenato desde cuándo se separa la figura del cantante de la del acordeonero?
El artista que rompe este enlace es el maestro Jorge Oñate, con los Hermanos López, y luego vienen Rafael Orozco, Diomedes Díaz y todo el resto de parejas vallenatos que se conocen.
¿Ha sido muy difícil llevar el apellido Díaz y tener esa herencia musical?
Es una responsabilidad muy grande, difícil mantener ese legado, pero a la vez es importante. No deja de haber personas que critican, pero a esas cosas hay que darles manejo.
¿Cómo fue su experiencia en el grupo La Familia de Diomedes?
Tenía 10 años cuando mi tío Élbert Díaz fundó esa agrupación, entonces me dijo que por qué no me aprendía una canción de mi papá, para cantarla en un evento, y así fue, canté 26 de mayo y desde ese momento me quedó gustando la cosa.
¿De dónde surgió la palabra martinista?
Este es como un gentilicio de los seguidores de los cantantes vallenatos y viene de hace mucho tiempo atrás, es decir, a los de los Hermanos Zuleta les dicen los zuletistas; a los de Diomedes Díaz, los diomedistas, y pues los míos son martinistas.
¿Cómo coincidieron Martín Elías y Rolando Ochoa?
Busqué a mi compadre Rolando Ochoa para que me guiara en la grabación de un disco, fue mi productor, no tenía acordeonero y muchos músicos me cerraron la puerta, entonces en ese ir y venir terminamos grabando juntos.
¿De dónde salió la idea de hacerles un homenaje a los grandes del vallenato?
Esa era una idea que tenía hace mucho tiempo, se lo comenté a Rolando Ochoa, por recocha se me dio por hacer ese CD en homenaje a los grandes, y resulta y pasa que una casa disquera me lo compró, lo promocionó y gustó. Tengo pensado hacer Homenaje a los grandes Vol. 2.
Entrevista para EL ESPECTADOR.