Muy pocos acordeoneros en nuestra música vallenata han dejado un legado, una huella imborrable tan inmensa, como la que nos dejó Juancho Roi...
Muy pocos acordeoneros en nuestra música vallenata han dejado un legado, una huella imborrable tan inmensa, como la que nos dejó Juancho Rois. 20 años después miles de acordeoneros en todo el mundo tratan de imitarlo, repitiendo y repitiendo, tocando y tocando sin cesar sus cientos de notas, que nosotros llamamos "pases".
Su creatividad parecía no tener límites, era una fuente inagotable, algo nunca visto en mucho tiempo. La grandeza de Juancho no era solo al ejecutar el acordeón, era la magia de su creación, lo que lo hizo inmortal.
Creo que será difícil volvernos a encontrar a un arreglista en la música vallenata de su talla. Cada día que pasa valoro más su música. Los mismos acordeoneros me dicen que no se explican de dónde "sacaba tantos pases, tantas notas", sublimes, mágicas, inmortales, grandiosas.
Una vez al referirme a la grandeza de Juancho, Franco Argüelles cuando grababa con Diomedes Díaz, en los estudios de GALY GALIANO me dijo; "Juancho Rois no tocaba el acordeón... lo acariciaba".
Gracias Juancho. La historia quedó en deuda contigo, pero cada día tu música se hará más grande mientras en los conciertos, toques y las parrandas, los acordeoneros, repitan y repitan, toquen y toquen tus notas.
Jesus Vides.
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